San Pedro Sula. Pedro Barquero, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), declaró hoy en una entrevista acerca de la controvertida compra de hospitales móviles o temporales por parte del Gobierno de Honduras a una empresa turca. Para el empresario de la región norte del país, además de sobrevalorados e inservibles, las instalaciones son incluso de segunda mano.
«Por más que los hayan pintado y que se vean bonitos, no sirven. Es una sobrevaloración exagerada y lamentable. Pero más que no se deduzcan responsabilidades a los involucrados. Son varios: dentro y fuera del Gobierno», declaró.
Para Barquero, esos fondos invertidos en las compras de las instalaciones sanitarias, debieron ser aprovechados en el sistema de salud del país para atender a la ciudadanía. También argumenta que son esas medidas las que tomarían ellos, como sector privado, en la administración del IHSS.
Se refirió, también, a la cancelación de las visas de funcionarios relacionados a la compra de las instalaciones y al manejo de fondos durante la pandemia: Marco Bográn y Gabriel Rubí. «Es lamentable que sea la justicia de nuestro país tenga que hacerse en otra nación (en relación a Estados Unidos)», manifestó.
La justicia hondureña aún no llama a los funcionarios involucrados a declarar más allá de la presentación inicial de Bográn a una corte. Tras ello, el tema ha sido silenciado y parece encaminarse al olvido. Tampoco existe un informe de Invest-H, que habilitó una junta interventora encargada de investigar los hechos del polémico caso.
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